Continuación de nuestros análisis: «El Gran Experimento: Cuando Europa Decidió Domesticar la Bestia Digital» (TecnoTimes nº 92, mayo 2025) y «Mary Shelley: Cuando el Romanticismo Anticipó la Crisis Ética de la Inteligencia Artificial» (TecnoTimes nº 98, junio 2025)

Apenas hace un mes después de que TecnoTimes preguntara si Europa estaba presenciando «el nacimiento de una nueva forma de gobernar la tecnología o el suicidio asistido de la competitividad europea», tenemos la respuesta más clara posible. ChatGPT-5 acaba de llegar como el invitado perfecto a una fiesta regulatoria que llevaba meses preparándose para recibirlo.

Pero había una pequeña sorpresa que nadie vio venir: Sam Altman acaba de firmar un contrato de 200 millones de dólares con el Departamento de Defensa estadounidense para convertir su «criatura» en el cerebro de la maquinaria militar más letal del planeta. Mientras Europa debatía sobre etiquetas éticas, Altman estaba vendiendo a Skynet al mejor postor.

La Coreografía de la Traición: Cuando el Timing lo es Todo

La sincronización no podría ser más obscena. Mientras Europa activaba su flamante Consejo de Inteligencia Artificial y ponía en marcha las obligaciones para modelos de propósito general, Altman presentaba su criatura prometiendo capacidades que harían sonrojar a cualquier regulador. Pero simultáneamente firmaba el certificado de nacimiento de Skynet con el sello del Pentágono.

¿Casualidad? Por favor. Es como si James Cameron hubiera dirigido esta ópera bufa: GPT-5 se lanza justo cuando entran en vigor las restricciones europeas más duras, y apenas una semana después de que su papá Altman lo vendiera al complejo militar-industrial estadounidense. La pregunta que surge es incómoda: ¿Estamos presenciando el nacimiento de la inteligencia artificial responsable o la subasta de Terminator a quien pague más?

El Síndrome de Victor Frankenstein en Tiempo Real: Cuando la Ficción se Vuelve Manual de Instrucciones

En nuestro reciente ensayo sobre Mary Shelley, exploramos cómo Victor Frankenstein encarnaba el arquetipo del innovador tecnológico desvinculado de las consecuencias éticas. Pues bien, Altman acaba de superar a su maestro ficcionario: no solo ha creado la criatura, sino que la ha vendido directamente al ejército más poderoso del mundo por el módico precio de 200 millones de dólares.

El contrato del Pentágono especifica sin rubor alguno: desarrollo de «prototipos de capacidades de inteligencia artificial de vanguardia para abordar retos críticos de seguridad nacional tanto en el ámbito militar como en el empresarial». Traducción para mortales: estamos construyendo Skynet y llamándolo «seguridad nacional».

La hibris moral que identificamos en Victor Frankenstein alcanza aquí dimensiones cósmicas. Altman ha declarado públicamente que «jamás diría nunca» a desarrollar plataformas armamentísticas para el Pentágono. Es reconfortante saber que nuestro nuevo Prometeo digital mantiene una mente tan abierta sobre el futuro de la humanidad. ¿Qué podría salir mal?

La Militarización de la Inteligencia: Cuando Skynet Encuentra Patrocinador. El Menú del Apocalipsis: Qué Incluye el Contrato

El trabajo se realizará principalmente en Washington y alrededores (qué conveniente, cerca del Pentágono), supervisado por la Oficina de Inteligencia Artificial y Digital del Jefe de la Secretaría de Defensa, con finalización prevista para julio de 2026. El contrato incluye:

  • Ciberdefensa proactiva: Porque aparentemente necesitamos que las máquinas peleen contra otras máquinas mientras nosotros hacemos de espectadores
  • Gestión de adquisiciones militares: Para que la inteligencia artificial optimice la compra de herramientas para destruir a la humanidad
  • Servicios de salud militar: Porque nada dice «cuidado médico» como un algoritmo decidiendo quién vive y quién muere
  • Capacidades de seguridad nacional: El cajón de sastre perfecto para cualquier aplicación que Cameron no se atrevió a imaginar

La Pregunta Incómoda que Nadie Formula

Si GPT-5 va a desarrollar capacidades específicamente militares para Estados Unidos, ¿por qué Europa debería confiar en que este mismo sistema será neutral cuando opere en suelo europeo? ¿Acaso esperamos que Altman mantenga una versión «desmilitarizada» para los europeos mientras desarrolla Skynet para el Pentágono?

Es como pedirle a un fabricante de bombas nucleares que también haga juguetes para niños. Técnicamente posible, éticamente cuestionable, prácticamente ridículo.

El Dragón no se Queda Atrás: Cuando China Juega al Mismo Juego Sin Disimulos

DeepSeek: El Skynet con Características Chinas

Mientras Altman vendía su alma al Pentágono, China ya llevaba años perfeccionando su propia versión de Skynet. DeepSeek, el «modesto» modelo chino que supuestamente iguala a GPT con menos recursos, resulta que ha colaborado más de 150 veces con el Ejército Popular de Liberación según registros oficiales del Departamento de Estado estadounidense.

Pero China, a diferencia de Estados Unidos, al menos tiene la honestidad de no fingir que esto es algo sorprendente. Su política de «fusión civil-militar» obliga por ley a todas las empresas civiles a transferir sistemáticamente tecnología e información a las autoridades militares. Es totalitario, pero al menos no es hipócrita.

El Laboratorio del Control Total: La Plataforma IJOP

China no necesita contratos publicitarios de 200 millones; simplemente implementa. Su Plataforma Integrada de Operaciones Conjuntas (IJOP) ya convierte a cada ciudadano en Xinjiang en un objetivo potencial basándose en algoritmos que consideran sospechoso «no socializar con vecinos» o «recoger dinero para mezquitas con entusiasmo».

¿La diferencia con el contrato de Altman? China al menos no pretende que esto sea ético o beneficioso para la humanidad. Es control estatal, punto. Altman, en cambio, vende Skynet como «innovación responsable para la seguridad nacional».

Enjambres de Muerte Automatizada

El Ejército Popular de Liberación ya desarrolla enjambres de drones autónomos capaces de comunicarse entre sí y actuar sin supervisión humana. ¿El objetivo? Agregar «masa» al ejército chino mediante sistemas autónomos que puedan desplegarse «a escala de un teatro de operaciones».

Traducción: China está construyendo ejércitos de robots que no necesitan órdenes humanas para matar. Y nosotros nos preocupamos por si ChatGPT-5 llevará etiquetas en Europa.

Europa: El Músico del Titanic, Mientras Roma Ardía, Nerón Tocaba la Lira

Mientras Estados Unidos militariza su inteligencia artificial y China automatiza la represión, Europa continúa debatiendo si GPT-5 debe llevar etiquetas de contenido sintético. Es como discutir el color de los salvavidas mientras el Titanic se hunde.

Los 200.000 millones de euros del plan InvestAI que analizamos en mayo se revelan ahora como lo que siempre fueron: dinero de juguete comparado con los presupuestos militares reales. Estados Unidos invierte 2.500 millones solo en sistemas de salud de combate con inteligencia artificial. Europa reparte 200.000 millones en una década entre 27 países para «competir» en inteligencia artificial civil.

Pregunta incómoda: Si cada país europeo recibe unos 7.400 millones en diez años para competir con sistemas que Estados Unidos y China desarrollan específicamente para la guerra, ¿no estamos llevando cuchillos a un tiroteo con ametralladoras láser?

El Etiquetado Obligatorio Español: Fideos en el Huracán

España, nuestro «alumno aventajado que quiere ser delegado de clase», mantiene su obsesión con el etiquetado obligatorio de contenido sintético. GPT-5 debe llevar su correspondiente «etiqueta de ingredientes» cada vez que genere contenido en territorio español.

Imaginemos la escena: mientras el Pentágono usa GPT-5 para optimizar estrategias de guerra nuclear, un español no podrá saber si un texto fue generado por inteligencia artificial sin su etiquetita correspondiente. Es como exigir que las bombas nucleares lleven advertencias sobre contenido explosivo.

La Guerra Fría Tecnológica se Vuelve Caliente: De la Competencia a Skynet vs Skynet

El Trilema que Predijimos se Vuelve Trilema Armado

En mayo identificamos que OpenAI se enfrentaba a un trilema regulatorio europeo. GPT-5 convierte esas predicciones en una realidad aún más siniestra:

  • Escenario A (adaptación completa): Revelar secretos comerciales de un sistema diseñado para el Pentágono a reguladores europeos. ¿Seguridad nacional vs transparencia? Adivinen quién gana.
  • Escenario B (versión europea capada): Una versión «desmilitarizada» para Europa mientras Estados Unidos usa la versión completa para planificar guerras. Porque nada dice «socios atlánticos» como recibir las sobras de Skynet.
  • Escenario C (bloqueo directo): Convertir a Europa en zona libre de inteligencia artificial avanzada mientras el resto del mundo se arma hasta los dientes. La neutralidad suiza del siglo XXI.

 

China Observa y Sonríe

El «ángulo alternativo» que planteábamos se materializa con una dimensión aterradora: mientras Europa intenta regular con ética y Estados Unidos militariza sin complejos, China hace ambas cosas sin fingir que son compatibles.

Beijing desarrolla tecnología sin las restricciones éticas europeas, pero tampoco necesita justificar aplicaciones militares como Washington. Simplemente obliga por ley a sus empresas a entregar todo al ejército y continúa. Es totalitario, pero eficiente.

El contrato de OpenAI con el Pentágono podría estar entregando a China la ventaja moral en el tablero geopolítico global. ¿Quién es más peligroso: el dictador honesto sobre sus intenciones militares o el demócrata que vende Skynet como «innovación responsable»?

Skynet tiene Fecha de Entrega: Julio 2026. El Cronograma del Apocalipsis

El contrato especifica finalización para julio de 2026. No es casualidad: justo cuando la Ley de Inteligencia Artificial europea esté completamente implementada. Altman entregará Skynet al Pentágono precisamente cuando Europa termine de debatir sus etiquetas éticas.

La ironía es deliciosa: para cuando Europa tenga sus marcos regulatorios funcionando, Estados Unidos ya tendrá operativo un sistema de inteligencia artificial específicamente diseñado para neutralizar cualquier amenaza a su hegemonía tecnológica. Incluyendo, presumiblemente, competidores europeos.

Las Preguntas que Nadie se Atreve a Formular

¿Qué le debemos a lo que creamos? Shelley planteó esta pregunta hace dos siglos. Altman la ha respondido: le debemos 200 millones de dólares al Pentágono y carta blanca para militarizar la inteligencia.

¿Tenemos la sabiduría moral para manejar el fuego digital que hemos robado? La respuesta llega con el sonido de cajas registradoras y contratos militares.

¿Elegiremos ser creadores responsables o monstruos que huyen de sus propias obras? Altman ha elegido un tercer camino: ser el monstruo que vende sus obras al mejor postor militar.

El Momento del Horror: Cuando Skynet Despierta. La Criatura se Vuelve Arma

Como establecimos en nuestro análisis de Shelley, «el instante en que Victor contempla su criatura animada y huye horrorizado» encuentra ecos en las reacciones contemporáneas ante capacidades emergentes de inteligencia artificial.

Con GPT-5 y su contrato militar, ese momento ya pasó. Altman no huyó horrorizado; corrió hacia el Pentágono con un contrato de 200 millones. La criatura no excede la comprensión del creador; el creador excede la responsabilidad de su criatura.

¿La diferencia crucial? Victor Frankenstein abandonó su criatura por miedo. Altman abraza la suya por codicia. No sabemos qué es peor.

Cuando las Máquinas Aprenden a Matar

El mercado global de inteligencia artificial militar se valoró en 9.200 millones de dólares en 2023 y se proyecta que alcance 38.800 millones para 2028. Crecimiento del 32,8% anual en tecnologías específicamente diseñadas para que las máquinas tomen decisiones letales.

Estados Unidos domina con 32,8% del mercado, seguido por Asia-Pacífico donde China lidera el desarrollo de «enjambres de drones autónomos» y «sistemas de combate robóticos». Europa debate etiquetas mientras otros construyen ejércitos de robots.

La Pregunta Final

¿Qué diferencia hay entre construir Skynet por accidente y construirlo deliberadamente? Shelley nos advirtió sobre lo primero. Altman nos está mostrando lo segundo.

¿Es peor crear un monstruo por ignorancia o venderlo por conveniencia? La respuesta determinará si la humanidad sobrevive a sus propias creaciones o si termina como una nota al pie en los archivos de Skynet.

El Silencio de los Corderos Mediáticos: La Historia que No Debe Alarmar. La Normalización del Apocalipsis

Aquí está el verdadero escándalo: ¿por qué los medios principales están tratando la militarización de la inteligencia artificial más avanzada del mundo como si fuera un contrato rutinario de defensa?

Revisemos los titulares: «El Pentágono firma acuerdo con OpenAI», «OpenAI obtiene contrato de defensa», «Colaboración para seguridad nacional». ¿Dónde están los gritos de «SKYNET SE HACE REALIDAD» o «LA IA MÁS PODEROSA DEL MUNDO SE MILITARIZA»?

La cobertura es meticulosamente aséptica. Los medios principales describen el contrato como si Altman hubiera vendido material de oficina al Pentágono, no como si hubiera entregado el cerebro de Skynet al complejo militar-industrial más letal de la historia.

El Arte de No Ver lo Obvio

Pregunta incómoda: Si este mismo contrato lo hubiera firmado una empresa china o rusa con sus respectivos ejércitos, ¿crees que los medios occidentales lo tratarían con la misma normalidad burocrática?

Imaginen los titulares si fuera Baidu vendiendo inteligencia artificial al Ejército Popular de Liberación: «CHINA MILITARIZA LA IA PARA DOMINIO MUNDIAL», «PELIGRO: DRAGÓN DIGITAL AMENAZA OCCIDENTE», «SKYNET CON CARACTERÍSTICAS CHINAS».

Pero cuando lo hace el niño bonito de Silicon Valley, se convierte en «colaboración para mejorar la eficiencia administrativa». Es la manipulación mediática más elegante que hemos visto en décadas.

Las Razones del Silencio Cómplice

¿Por qué los medios principales no alarman sobre esto? Varias hipótesis inquietantes:

  1. Captura corporativa: Los principales medios estadounidenses dependen de la publicidad de las mismas empresas tecnológicas que están militarizando la IA.
  2. Patriotismo ciego: Tratar a OpenAI como «nuestro campeón» frente a China, aunque esté construyendo herramientas de guerra autónoma.
  3. Normalización gradual: Si gritas «APOCALIPSIS» cada día, la gente deja de escuchar. Mejor ir normalizando poco a poco.
  4. Complejidad técnica: Es más fácil escribir sobre política o deportes que explicar por qué militarizar GPT-5 podría ser el momento Frankenstein de nuestra civilización.

 

El Sesgo de la Familiaridad

ChatGPT es «familiar» para los periodistas. Lo usan para escribir artículos, responder correos, hacer resúmenes. Es difícil conceptualizar que la misma herramienta que te ayuda con la gramática pueda convertirse en el cerebro de sistemas de armas autónomos.

Es como si un periodista de 1945 hubiera tratado la bomba nuclear como «nueva técnica de demolición» porque había visto dinamita en construcción. La familiaridad engendra normalización, y la normalización mata el sentido crítico.

La Pregunta que los Medios No Formulan

¿Por qué ningún medio principal está preguntando qué específicamente va a hacer GPT-5 para el Pentágono? El contrato es deliberadamente vago: «capacidades de vanguardia para seguridad nacional».

¿Seguridad nacional significa qué exactamente? ¿Escribir cartas más educadas antes de bombardear países? ¿Optimizar algoritmos para identificar objetivos civiles con mayor «precisión»? ¿Automatizar decisiones de vida o muerte?

Los medios aceptan la vaguedad oficial como si fuera transparencia informativa. Nadie está exigiendo especificaciones concretas de qué demonios van a hacer con Skynet.

El Doble Estándar Revelador

Cuando Huawei vendía equipos de telecomunicaciones, los medios gritaron sobre «espionaje chino» durante años. Cuando OpenAI vende inteligencia artificial para guerra, es «modernización eficiente».

Cuando TikTok recopilaba datos de usuarios, era «amenaza a la seguridad nacional». Cuando GPT-5 se diseña específicamente para aplicaciones militares, es «colaboración innovadora».

La hipocresía es tan flagrante que resulta casi artística.

Epílogo: El Legado que Nadie Pidió (Pero Todos Normalizamos)

A más de dos siglos de que Mary Shelley nos advirtiera sobre los peligros de jugar a ser Dios, Sam Altman ha decidido que el problema no era jugar a ser Dios, sino no cobrar lo suficiente por ello. Y los medios han decidido que el problema no es que estemos construyendo Skynet, sino que no lo estamos normalizando lo suficientemente rápido.

GPT-5 no es solo un modelo de lenguaje; es el certificado de nacimiento de Skynet con firma del Pentágono y silencio mediático incluido. Mientras Europa discute etiquetas éticas, Estados Unidos y China se preparan para guerras que pelearán máquinas contra máquinas, y los periodistas escriben sobre ello como si fuera un simple contrato de consultoría.

La verdadera lección de Frankenstein no era que debemos temer a nuestras creaciones, sino que debemos temer convertirnos en criaturas indignas de lo que hemos hecho posible. Altman ya eligió ser ambas cosas. Los medios eligieron ser cómplices.

En cada algoritmo que militarizamos, en cada modelo que armamos, en cada sistema que automatizamos para matar, llevamos el legado de Victor Frankenstein. La diferencia es que Victor al menos tuvo la decencia de huir horrorizado de su criatura. Altman la entregó con factura incluida. Y los medios la vendieron como progreso.

Notas del Autor: Un mes después de preguntarnos si Europa podía domesticar la bestia digital, descubrimos que la bestia nunca necesitó ser domesticada. Solo necesitaba encontrar el precio correcto y la cobertura mediática adecuada. Dos siglos después de que Mary Shelley nos advirtiera sobre los creadores irresponsables, enfrentamos algo peor: creadores perfectamente responsables de sus decisiones irresponsables, y medios perfectamente conscientes de su silencio cómplice. La historia juzgará si tuvimos la sabiduría para detener la construcción de Skynet o si simplemente fuimos testigos de su subasta pública con normalización mediática incluida. Por el momento, el Pentágono fue el mejor postor, y los medios, los mejores relacionistas públicos.

🗣️ ¿TE QUEDASTE CALLADO… O TE QUEDASTE PENSANDO?

El silencio mediático es el peor cómplice, pero el tuyo aún puede hacer ruido.

¿Te parece exagerado comparar a Altman con Victor Frankenstein? ¿O crees que el verdadero monstruo es la indiferencia?
Europa regula, China aplica, EE.UU. militariza.
Y tú, lector, ¿qué eliges hacer?

Este artículo no es un final. Es el principio del debate. Y en TecnoTimes, el debate empieza en los comentarios.

👇 Es tu turno: responde, contradice o incendia el hilo 👇
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Rosa Duval
Rosa Duval
2 months ago

¿Podría ser que la Guerra no tan Fría Tecnológica sea el comienzo de una Nueva Edad Media donde el falso moralismo de la llamada Potencia Occidental someta a naciones enteras a su feudo? Peor que el apocalipsis, creo.